En cambio, los VPD no son adecuados para uso recreativo, su velocidad se da en empuje o se expresa en metros / segundo. Los buceadores buscan fiabilidad a la hora de bucear incluso en profundidad, autonomía y practicidad. Los DPV requieren aún más mantenimiento y su precio a menudo supera los 2000 o 3000 €.
Esta guía de compra trata de propulsores de ocio con fines esencialmente recreativos, por esta razón los propulsores de ocio submarinos no están destinados a buceadores, incluso si con ellos se para bajar hasta 40 m en el caso de algunos modelos (Yamaha 500Li o 350Li), sigue siendo ocasional y no es su función principal. En general, se considera que un propulsor recreativo se puede utilizar a una profundidad de 20m sin mucho problema si el fabricante lo permite. En cualquier caso, es necesario consultar el manual del fabricante para conocer el límite de su scooter submarino.